EL ALCOHOL DEGRADA LA ESCENCIA DE LA FINALIDAD EXCELSA DE LA CONDICIÓN HUMANA.

 

 

 

 

 

 

La existencia para multitud de seres humanos está regida por el consumo compulsivo y desmedido de sustancias alcoholicas, que se convierte para todos ellos en el supuesto líquido vital que les alegra el corazón haciendoles felices, pero, que luego se vuelve en sofisma distractor para evadir las penas, dolores y sufrimientos del alma. Hombres y mujeres, de edad joven, madura y ancianos, se comportan como enjambres de abejas pululantes en los parques y zona centrica de cada poblado, consumiendo alcohol desde tempranas horas en la mañana hasta que las sombras de la noche los invade, de principio a fin de año durante gran parte de sus vidas. Ebrios como zombis sin raciocinio adecuado, incoherentes y sin modular acertadamente vocablo alguno, destruyen sus vidas en la más absoluta enajenación de los sentidos. Los golpes, las agresivas discusiones,  acompañado de un desorden sexual que se convierte en el pan diario en sus vidas (hasta pierden su identidad sexual) de estos seres esclavos del licor, autoaniquilandose sin compasión alguna. En su mente tienen la certeza de la incapacidad para abandonar una adicción que los posee y controla totalmente, y solo saben que la carrera al abismo de la aniquilación  no se detiene, en algún momento caerán al abismo profundo de las densas tinieblas, esa es su única esperanza, su solución final (que el alcohol produzca sus efectos de extinción de la vida misma para que la amargura y el dolor desaparezcan). Lamentablemente sus vidas se desgastan en una banca de parque, en las escalinatas del atrio, en un andén.  Sus vidas no logran despertar a la normalidad, porque su estilo de vivir cobró los desaciertos y excesos alcohólicos. El espectáculo se abre como telón del sinsentido, el levantamiento de sus cadáveres se repiten  una y otra vez de manera cíclica en el tiempo devorando generación a generación, con romería de noveleros y agentes forenses que los empacan en bolsa para arrojarlos en la camioneta de la muerte. Otros mueren asesinados por minucias, degollados por salvajes seres que exhalan putrefacción. Algunos civiles se les ocurre hacer la mal llamada limpieza social empezando como todo afeminado cobarde, por los más indefensos de la sociedad, "los alcohólicos", la valentía es enorme de esos asesinos asquerosos, no poseen sino testículos para eliminar a ebrios carentes de reacción defensiva, les queman sus rostros con ácidos, los envenenan solapadamente, o les dan un tiro de gracia mientras se encuentran dormidos al aire libre, y la sociedad entera los aplaude y reverencia como grandes salvadores, "les echo los muchachos" dicen como si fuesen mayor cosa, sociedad asesina, vosotros alimentais esos adefesios.  Si de limpieza social se trata, sería necesario que empiecen por ellos mismos, que se suiciden, pues, sus vidas son estiercol humano nahuseabundo.