sábado, 29 de junio de 2013




LA ADMINISTRACIÓN DEL MUNICIPIO DE BELLO PERSIGUE A LOS VENTEROS AMBULANTES COMO SI FUESEN VERDADEROS CRIMINALES O TERRORISTAS.



Lamentable situación afrontan los venteros ambulantes del municipio de Bello (Antioquia) que son perseguidos por la alcaldía como si fuesen verdaderos delincuentes, esta situación se ha vuelto una constante desde la hegemonía de Oscar Suarez Mira (privado de su libertad por parapolitico), quien olvidando sus origenes humildes se ensaña con los más humildes de nuestro terruño, aplicandose en él, el adagio popular de "carangas resucitada", pues fueron muchas sus privaciones en la vida. Llegó al poder empezando como un simple chofer de la alcaldía, pasa al consejo, ocupa la silla de alcalde y finalmente de manera no muy santa se hace senador de la República para finalmente ser recluido en la cárcel la modelo en el pabellón de los parapolíticos, lo doloroso es que desde allí rige los destinos del municipio, convirtiendo a este en el más corrupto y asquerosamente politiquero de Colombia. La administración municipal con los alcaldes titeres que él coloca a dedo desde la prisión, tienen como prioridad erradicar a los venteros ambulantes como política local, los desalojan de la zona centrica sin reubicación, sin ofrecerles alternativas de trabajo, solamente desean que se vayan para sus casas  sin poder laboral, el dinero que tienen para solucionar la situación que deberían entregarle a los vendedores informales como capital semilla para emprender otra labor se esfuma como por arte de mágia en los bolsillos de los corruptos, y el humilde ventero ambulante afligido en el alma se va a llorar su dolor por la escacez de todo lo vital para sobrevivir juntamente con su familia (gobernantes inmisericordes). Dantesco espectáculo se observa con los funcionarios del espacio público con sus chaquetas azules, de manera soberbia, altanera, grotesca y sin el más minimo modal, hacen desalojar al  humilde trabajador de la calle, violando los más elementales derechos humanos, se han conocido casos de vulgar extorsión de estos funcionarios que exigen una cuota para dejar trabajar a los desarraigados; el negocio para ellos es redondo, pues al ser detenido un carro de crispetas, uno de papitas, una chaza de cigarrillos, unos termos de tinto, un pinguino de bonice, una carretilla de mangos, artículos de cacharros, carretillas de fruteros, entre otros, son llevados a un parqueadero, y para que el dueño de ellos los pueda recobrar debe cancelar $ 200.000 que va a las arcas de estos verdaderos bandidos que manejan el municipio a sus anchas y sin control de los organismos que deberían velar por las necesidades reales de supervivencia de un pueblo carente de condiciones dignas de trabajo; una gran camioneta recorre las calles de mi municipio, recogiendo los negocios de los venteros ambulantes (digan si esto no es terrorismo de estado con los más humildes?), me acuerda aquel carro de  aquella epoca oscura de Bello en los años 80 y 90  de la violencia del cartel de Medellín que recorrian las calles sembrando muerte a su paso con sus rafagas de metralleta en nuestros barrios, los sicarios que tanto dolor sembraron en las familias, hoy un carro de la alcaldía siembra injustamente muerte en el corazón del vendedor ambulante que por el solo hecho de trabajar honrada y dignimente es perseguido a muerte. Para finalizar, expreso que es más digna y verraca una ramera de la veracruz que un agente del espacio público en Bello, pues ellas tienen la dignidad de ganarse la papita generando placer en sus clientes y no como ustedes señores agentes del espacio público que siendo varones no tienen la masa testicular para ganarse la vida de una manera digna, para poder comer tienen que perseguir un venterito ambulante, que verguenza. 

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